Otra manera muy grata de disfrutar es cocinando y degustando el plato de hoy. No está bien que yo lo diga porque soy su creadora pero está impresionante. 22 personas lo probaron en uno de los cursos de cocina que ofrecí en febrero y también les encantó, quizás así tengáis más referencias al respecto. Un plato muy fácil pero que a la vez sorprende con sus sabores.
Espero que lo probéis. Aquí os dejo su elaboración
1 Taza de Arroz rojo salvaje
1 Cebolla
1 Patata grande
Perejil picado o cilantro (en caso de querer conseguir un sabor aún más oriental)
1 Cucharada de Ras El Hanout
Aceite de Oliva
Sal
ELABORACIÓN:
Cocemos el arroz. Depende del tipo que sea llevará más tiempo o menos, si es blanco llevará poco, pero si es salvaje como este, o negro o integral llevará más tiempo. En este caso, la noche anterior ponemos el arroz a remojo. Escurrimos y cocemos en la olla media hora.
Mientras picamos la cebolla y la sofreímos. Pelamos la patata, la cortamos en dados y las freímos. Cuando estén doradas escurrimos con la espumadera y las colocamos sobre un plato con papel absorvente. Vamos a calentar un par de cucharadas de aceite de oliva en la sartén, cuando comience a calentarse añadimos la cucharada de Ras El Hanout y a fuego medio mezclamos bien.
Le añadimos la patatas. Dejamos que absorban el sabor moviendo la sartén con ellas dentro. Por encima espolvoreamos un poco de perejil fresco picado, o bien cilantro si os gusta más.
Cuando esté listo el arroz escurrimos bien y mezclamos con la cebolla y patatas en la sartén de estas para que así se mezcle con la especia que hemos utilizado. Emplatamos y añadimos un poco de cebollino por encima. Listo para saborear.